30 julio 2010

"La zanahoria, la bardana y el nabo"


Hace mucho, mucho tiempo, en un lugar vivía el dios de las verduras. Éste, un día, decidió hacer unas verduras especiales y para ello empezó a dibujar tres en un papel, aplicando sobre ellas unos bonitos diseños.
Finalizado el diseño, dios señalando con su dedo dijo: "Tú serás zanahoria, tú bardana y tú nabo."
En ese momento las verduras salieron del papel y agradecieron al dios: "Muchas gracias dios. Me gusta mucho este diseño."
El dios les dijo: "Sean buenos amigos con las otras verduras."
Las tres verduras jugaban juntas todos los días y hacían alarde de su belleza ante las otras, las cuales al mirarlas pensaban: "Chas, me gustaría tener un diseño tan bonito como el de esas tres verduras."
Un día, las tres verduras se llenaron de arena en la playa mientras estaban jugando. Al terminar dijeron: "¡Tenemos que tomar un baño!" y así lo hicieron.
Pero la bardana salió rápida porque no le gustaba tomar baño, el nabo se lavó mucho y la zanahoria se quedó mucho tiempo bañando.
Al día siguiente el dios al verlas se sorprendió mucho.
La bardana estaba llena de arena porque a penas se bañó, el nabo estaba blanco porque se había lavado demasiado y la zanahoria estaba roja porque no se puso crema y al final se quemó.
Las tres verduras le pidieron al dios: "De nuevo queremos tener diseños bonitos. Por favor."
Pero el dios les contestó: "Hicieron alarde de su belleza ante las otras verduras por eso se quedarán como están."
Desde entonces la zanahoria es naranja, la bardana es negra y el nabo es blanco.
¡Y colorín colorado,
este cuento se ha acabado!

Aclaración de la autora: Es una sencilla historia para explicarle a los niños que no todos tenemos el mismo color. En casa conocemos otra versión que nos contaba nuestro padre. Había una vez un panadero (se podría sustituir por Dios) que decidió hacer unos panecillos, en un primer intento en el horno, el pan le salió crudito (raza blanca), el segundo se le quemó (raza negra) y al tercer intento le salió como quería doradito (raza amarilla). Ya sabemos que la raza perfecta no existe, somos todos iguales por dentro, somos verduras, panes… independientemente del color, es sólo una manera simpática de contar el origen de éstas y cada uno lo cuenta desde su punto de vista. Espero que te haya gustado.

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